El primer secreto para ganar una batalla verbal está en mantener la calma. No permitir que las acusaciones de la otra persona te hagan perder el control.
En una batalla verbal, el que sabe mantener la calma para responder con argumentos, será dominante en la batalla.
Barak Obama es un excelente orador.
Si analizas sus debates verás lo difícil que es perturbarlo. Su respuesta siempre es tranquila.
Recordemos cómo Obama derrotó a McCain en 2008. Su actitud era imperturbable, nada de lo que decía McCain hacía que Obama perdiera sus estribos. McCain enfocaba toda su energía en hablar de Obama, mientras que este último solo hablaba del futuro de la nación.
Otro secreto para ganar una batalla verbal consiste en no mencionar al otro.
Ignorar los actos de la otra persona, enfocarse en contar historias y desviar la atención.
Cuando la otra persona se siente ignorada, intenta atacar. Será entonces el momento oportuno de responder con argumentos y una actitud tranquila. Eso asegura la victoria.
Cuando un candidato enfoca toda su atención en hablar sobre los aspectos negativos de su contrincante, lo único que logra es que la atención del público se enfoque en el otro.
Los candidatos que realmente han aplastado a sus contrincantes lo han tenido claro, ellos intentan mencionar a la contraparte tan poco como les sea posible, dirigiendo todas sus energías en hablar sobre cosas positivas.
En esto se le puede agregar un punto a favor a la campaña de Donald Trump, su slogan “Hagamos A America Grande Otra Vez“, estaba enfocado en algo positivo y eso aportó mucho a su victoria.
El libro “El Arte De La Guerra” de Sun Tzu, revela otro secreto para ganar una batalla verbal. Dice: “Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo, y en cien batallas nunca serás derrotado“.
Mientras más conozcas a tu enemigo mejor preparado estarás. Así será posible preparar una buena defensa.
Luis Esteban Lara